Observe estas hermosas manzanas rojas. ¿No le parecen apetitosas? Seguramente, y con buena razón. Las manzanas fueron hechas para deleitarnos y contribuir a nuestra buena salud. De la gran variedad de frutas con propiedades alimenticias, la manzana es una de las principales. Por esta razón, despiertan fácilmente el apetito.
Examinemos dos aspectos: Producción y Beneficios.
Producción
Introducción
El manzano pertenece a la familia de las rosáceas (Rosaceae), en la que también se encuentran el peral, el membrillero, el espino blanco y el serbal. La savia de estos árboles es rica en azúcares. Sus aromáticos frutos se presentan en diferentes tonalidades de verde, amarillo y rojo, y sus sabores varían entre la acidez y la dulzura.
En todo el mundo se cosechan anualmente unos setenta millones de metros cúbicos de manzanas, es decir, entre diecisiete y dieciocho millones de toneladas. En Estados Unidos, la mitad de la producción se consume como manzanas frescas. El resto se utiliza para preparar mermelada, jugo, puré, jalea, licor, sidra, tartas, empanadas, vinagre y vino. En Europa, gran parte de la cosecha se emplea en la preparación de sidra, vino y licor. Una cuarta parte de la recolección mundial se usa para preparar sidra.
Pero antes de que la fruta nos regale el paladar, el manzano en flor nos brinda un placer visual. Se cubre de flores blancas de bordes rosados tan tupidamente, que si todas ellas se convirtieran en manzanas, el árbol no soportaría el peso. Por lo general, algún aguacero temprano se encarga de desprender el exceso de flores.
El cultivo
Las zonas templadas favorecen el desarrollo del manzano, cuyo cultivo data de tiempos inmemoriales. A los romanos les encantaban, y en sus numerosas conquistas militares llevaron las diversas variedades de manzana a Inglaterra y otras partes de Europa; a su vez, los primeros colonizadores de América llevaron consigo árboles y semillas procedentes de Inglaterra.
Mejoras de calidad
La gran cantidad de experimentos realizados por generaciones de fruticultores han mejorado la calidad del fruto mediante cruzamiento. Y aunque este no es un proceso rápido, pues la creación de una variedad comercializable toma hasta veinte años, gracias a la perseverancia de los cultivadores, hoy contamos con una gran diversidad de manzanas jugosas y coloridas para escoger.
La cosecha
En el hemisferio norte, la temporada de manzanas comienza en julio o agosto, pero las primeras variedades que se cosechan, como la San Jaime o la Transparente croncels, no pueden almacenarse por mucho tiempo. Deben comerse pronto, ya sea crudas o en compota. Estas, sin embargo, nos abren el apetito para las que vienen después: la Camuesa real roja, Gravestein, Reineta dorada, Dulce plateada, Bella de Boskoop, Escarlata sin igual, Permain dorada, Golden Delicious y Granny Smith, por nombrar solo unas cuantas de los millares de variedades.
Forma apropiada de cosecha
La cosecha de manzanas debe efectuarse durante la temporada seca. Se cortan con cuidado para no dañar los renuevos o las hojas; cuando están realmente maduras, basta con girarlas un poco para que se desprendan de la rama. Para que la manzana no se dañe y se eche a perder más pronto, es importante que el rabillo no se le desprenda.
Si el clima lo permite, las variedades más tardías deben dejarse en el árbol tanto tiempo como sea posible. Si una helada prematura congela las frutas en el árbol, tendrá que posponerse la recolección hasta que se hayan descongelado. Las manzanas pueden soportar temperaturas por debajo del punto de congelación, dependiendo del grado de maduración y del contenido de azúcar, pero una vez descongeladas tienen que procesarse rápidamente para preparar jugo, compota o vinagre; en vez de almacenarlas o desecarlas.
El almacenamiento
Un detalle interesante de las manzanas es que respiran. Absorben oxígeno del aire y exhalan dióxido de carbono y agua. Por lo tanto, cuanto más cálido es el ambiente, más pronto se deshidratan y resecan. Sin embargo, además de respirar, absorben los olores del medio ambiente. Por ello conviene almacenarlas a una temperatura de 5 °C .
Aspectos a considerar en el almacenamiento
Si se las almacena junto con papas, pierden frescura y sabor. Por otra parte, las diversas variedades deben mantenerse separadas. Es bueno envolverlas individualmente con papel, pues con ello se aminora la deshidratación y se reduce el peligro de que las que están pudriéndose contaminen a las demás.
Beneficios
Contribuyen a la salud
Un viejo refrán dice: “Una manzana cada día, de médico te ahorraría”. Aunque eso no siempre es cierto, la manzana goza de esa buena reputación. ¿Por qué? Porque las sustancias que contiene pueden contribuir a la salud.
Características y propiedades saludables
Cada manzana es un pequeño depósito de sustancias nutritivas. Cuando está madura contiene vitaminas B1, B2, B6, C y E, además de una variedad de azúcares como dextrosa, fructosa y sacarosa. Tiene una combinación de ácidos que le transmite su sabor característico, y una buena cantidad de minerales como calcio, magnesio y potasio, así como pectina y fibra. Un 85% de su peso consiste en agua.
Otro compuesto presente en las manzanas es el etileno, que funciona como regulador natural del crecimiento y acelera la maduración de la fruta. Si usted tiene tomates o aguacates verdes puede aprovechar este gas: para que se maduren más rápidamente colóquelos en una bolsa de papel con unas cuantas manzanas maduras.
Forma de consumo recomendada
Puesto que las manzanas contribuyen a la buena salud, es importante saber cuándo y cómo comerlas. En primer lugar, deben estar maduras. Es mejor no comerlas frías; déjelas por un tiempo a temperatura ambiente. También es importante masticarlas bien.
Propiedades adicionales
Es interesante que las manzanas tienen propiedades que, se afirma, contribuyen a la limpieza del sistema digestivo; ayudan a curar el estreñimiento y la diarrea.
Una recomendación
Las manzanas, como las demás frutas, pueden criar moho. Por ello, tenga precaución. Las toxinas del moho pudieran provocar malestar y náuseas. Si tal es el caso, sería bueno que cortara no solo la porción mohosa, sino una buena sección del contorno, pues las toxinas tienden a diseminarse.
Con todo, las manzanas contribuyen a la buena salud. Por lo tanto, si desea ahorrarse visitas al médico, procure comer una manzana cada día.
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